miércoles, 9 de enero de 2013

Teoría neodarwiniana y Teoría del equilibrio puntuado.


Hace aproximadamente cuatro mil millones de años surgieron las primeras manifestaciones de vida a través de células rudimentarias. Hace alrededor de setecientos millones de años aparecieron los organismos pluricelulares. Los invertebrados surgieron hace casi seiscientos millones de años y los peces, primeros vertebrados, lo hicieron hace 450 millones de años. 

Así, los peces se adaptaron a la vida acuática, los animales terrestres a la vida en ese medio, y lo mismo hicieron los que vuelan. Pero el ambiente cambia, y estos seres vivos deben adaptarse a esas mutaciones. Los recursos limitados y la competencia permitió la supervivencia de los más aptos.

Las diferencias surgen entre grupos, en ocasiones, por razones geográficas, ya que las particularidades del medio hacen que adopten ciertas características peculiares, y a veces existen tantas diferencias entre unas y otras, que se hace imposible entre ellas, la reproducción. Llegado a este punto hablamos que ya constituyen especies diferentes.

Modernamente, nuevos estudios científicos dieron nacimiento a la teoría sintética o neodarwiniana, que tuvo gran desarrollo entre los años 1930 y 1940. Esta teoría afirma que la evolución se produce sobre una base genética y los cambios se producen en la estructura de los genes, por obra de la adaptación que exige el medio al variar. No sólo actuaría sobre ellos la selección natural sino además otros factores, como la migración o el flujo genético. Grupos de individuos ubicados en ambientes distintos, con diferentes requerimientos adaptativos, darán origen a evoluciones distintas.

Así mismo paleontólogos norteamericanos han formulado la teoría del equilibro puntuado, donde sostienen que el ritmo evolutivo no es constante. Las últimas aseveraciones de la ciencia ponen de relieve que para que aparezca un fenotipo que origine una nueva especie, son necesarias muchas y distintas mutaciones genéticas.








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