Un
reciente estudio concluye que los antepasados humanos no caminaban por el suelo
apoyándose en los nudillos, como sí lo hacen chimpancés y gorilas. Los grandes
simios más emparentados con el hombre desarrollaron esta adaptación de manera
independiente, según afirman los autores del estudio.
Esto
confirma algo que ya había sido apuntado por los descubridores de los fósiles
de los homininos más antiguos, rompiendo definitivamente uno de los iconos
populares sobre la evolución humana más extendidos.Tampoco se balanceaban por
las ramas de los árboles de la selva, como hacen los orangutanes. "Los
antepasados de los grandes simios hacían una vida repartida entre el suelo y
los árboles", señala Moyà-Solà. Mientras que los antepasados de los orangutanes
se adaptaron a llevar una vida más arbórea, los antepasados de gorilas,
chimpancés y humanos se adaptaron al desplazamiento sobre el suelo, pero cada
uno de un modo diferente. Cuando el ancestro de los humanos actuales dejó los
árboles definitivamente, ya lo hacía caminando sólo sobre las extremidades
posteriores.
Información sobre la noticia recogida en http://www.publico.es
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